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viernes, 2 de diciembre de 2011

ABRO LA VENTANA



Una ventana abierta no es un gran fenómeno, no es extraordinario, no importa a nadie. Pero entre mi cuarto y el exterior se rompe una frontera, se perciben mundos ajenos al mío. Dimensiones ignotas que contrastan y complementan la mía. Si decido ignorarlas, simplemente desaparezco. Sólo yo sé que existo y dudo de mi existencia, nadie reafirma que mi corazón late, que mi cerebro procesa, que envejezco, que sueño, que añoro, que amo, que deseo…


Cierro la ventana. En este preciso momento, no existo. No veo más que las ensoñaciones de mi mente. No soy nada, no soy nadie. Mi corazón, en el completo silencio grita que vivo. Yo lo sé. Pero no existo.

viernes, 14 de octubre de 2011

MÁTAME TE LO SUPLICO




Si estoy contigo no quiero estar sano.
Mátame, te lo suplico. Hazlo con ternura,
como sólo tú podrías hacerlo.

Hiéreme con flechas de amor,
quémame con tu ardiente pasión,
piérdeme en tu ser,
ahógame con lágrimas de felicidad,
pero no me dejes ileso.

martes, 27 de septiembre de 2011

¿QUÉ SIENTO POR TI? NADA Y TODO


Si hoy me preguntaran qué siento por ti,
diría que no tengo ni la menor idea
y seguro creerían que soy un indeciso
o que no me importas en lo más mínimo.

Me reiría de ellos como jamás lo he hecho,
pensarían que me he vuelto loco
y yo les diría que efectivamente lo estoy:
que soy un loco de atar.


jueves, 22 de septiembre de 2011

PIDE, YO CONCEDO.


¡Qué no daría por ti, vida mía!
Sé que te han dicho mil veces irrealidades:
amor eterno, bajarte las estrellas, llevarte al cielo…
Yo no te prometo nada de eso,
lamentablemente soy un simple mortal,
no podría cumplirte esos imposibles, ¡qué más querría!

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿QUÉ SOY?


Yo no soy yo. Soy tú.
Tus pensamientos acerca de mí;
lo que ves de mí, lo que imaginas que soy;
lo que a la luz de la sociedad me corresponde ser;
lo que una gran cadena de supervivientes de la naturaleza puso en mis venas;
lo que considero de mí mismo, lo que un adjetivo dice de mí.
Soy una consideración, una valoración y ambas cosas son abstractas.
Soy una abstracción de un ideal de un Yo.
¿Soy tantas cosas a la vez?

lunes, 5 de septiembre de 2011

BENDITA LOCURA





Percibí tu olor en mi almohada,
luego de tanto tiempo sin pensar en ti y
el dolor fue tal como el primer segundo de tu ausencia.
Lloré como un niño que perdió lo que más quería,
ese sentimiento pueril pero vano de no aceptar tu partida;
indescriptible e informe que ocupa toda la casa y mi cuerpo.
Me llena tu recuerdo y sin embargo drena mis ganas de seguir.

viernes, 2 de septiembre de 2011

MÍRAME



Mírame, aunque me sepas prohibido,
tócame a la distancia, bésame en tu imaginación.
Sé que tienes miedo, yo también.
Y si mañana morimos, lo haremos temerosos,
tontos e insatisfechos, con el etéreo “hubiera”
cubriendo nuestros mortuorios labios;

jueves, 1 de septiembre de 2011

MI FANTASMA



Cuando el tiempo pasa, siento que nos alejamos más y más. Como si avanzáramos en direcciones opuestas. Como si la atracción que por ti siento me alejara, en lugar de acercarme. Aunque pasamos uno al lado del otro parece que nuestras realidades están disociadas; tal como la persona real que de vez en cuando ve a un fantasma. Un ente que por su cotidianidad no lo asusta, empero no puede hablar con él por miedo a la respuesta, o por temor a la ausencia de ésta; porque no hablan en el mismo idioma, porque de hablarle corroboraría la existencia de aquello que se dijo que sólo era una fantasía.

miércoles, 24 de agosto de 2011

ME JURÉ

 


Hoy juré que sería la última vez que pensaba en ti,
me prometí que no te vería más,
que no te llamaría con la mente,
que no desearía tu cercanía,
y que liberaría mi mente y mi corazón de ti.

Que sí. Es un sentimiento bueno y alentador,
que me hace sentir que floto, que vivo;
que hasta que no te veo, el calendario no debería andar;
que me haces sentir un humano con alma e ilusiones
y que me engaño para verte otra vez y otra vez, siempre.

viernes, 8 de julio de 2011

ESE ALGO ERES TÚ




Eres eso que provoca que cada mañana desee abrir los ojos;

aquello que me ayuda a que respirar no parezca tan difícil;

eso que siento correr por mis venas, no es otra cosa que tú queriendo entrar en mi alma;

el motivo que no permite que mi día sea perfecto hasta que no te veo;

lo que hace que lo malo no sea tan malo y lo bueno ya no sea una utopía;

el por qué nací, el por qué existo y mi destino en el mundo.

Porque en todo estás, porque a donde volteo te encuentras,

porque quererte es más natural que la gravedad.

domingo, 26 de junio de 2011

¿QUIÉN LO MATÓ?




             Por azares del destino, en la misma ubicación geográfica, como por un capricho Superior, se hallaban: un ladrón que no creía ni en leyes ni en justicia alguna; un policía que dormía con el código penal bajo la almohada y un infeliz sin cualidades dignas de mencionar.

            Resumidamente, el primero “mató” al tercero por resistirse a un asalto, mientras el segundo observó a lo lejos sin poder llegar a tiempo.

            Apuntando con una pistola, el segundo grita al primero: «¡Baje el arma, está detenido!». El primero giró en pos al segundo sin demostrar temor, sonrió y prorrumpió: «Disculpe, amable policía, podría decirme, por favor ¿Cuál es el motivo de mi detención?». El segundo, desconcertado, respondió: «“Todavía lo pregunta. Por matar a ese buen hombre»«¡Buen hombre!», inquirió sardónico, «¿Lo conocía?»«No», respondió; «Entonces, suponiendo que este sujeto, no era un “buen hombre”, ¿Me dejaría ir?»«¡Qué cosas dice, por supuesto que no!», dijo el segundo; «Entonces, de nuevo, podría decirme por qué me detiene»«Por matar, ¿está usted drogado o es imbécil?»«Ninguna de las dos. Es que, le prometo que no comprendo la causa de mi detención. Yo no maté a este hombre.»«No juegue más conmigo. Yo lo vi y le repito, suelte el arma»«A ver, aclaremos… Usted observó a una imagen de mí apuñalar a la imagen de otro sujeto. Pero no me vio a mí». El segundo sujeto se rascó la cabeza. «Yo, no soy lo que usted vio. Fue sólo una faceta de mí, también soy padre, hermano y esposo… Usted miró a mi mano apuñalar a un hombre y mi mano no soy yo. Si la cortara, seguiría siendo yo ¿o no? En todo caso, mi mano acercó un cuchillo al sujeto, pero ella no tiene el poder de matar. El cuchillo lo hizo. ¡Llévenselo!»«Es usted un tarado, haga el favor de darse la vuelta para asegurarlo. ¡Cómo si los cuchillos pensaran y tuvieran intenciones»;  «Oh, ahora veo, me arrestas por pensar y tener intenciones. Ni hablar, soy culpable, lléveme. Pero no sabía que fuera un crimen eso»;  «Lo encarcelaré por decidir matar a ese hombre»;  «Y si le dijera que yo no lo decidí… Así como lo oye. Muchas cosas en la vida no pasan por decisión de uno. Yo lo iba a asaltar para llevar comida a mi hogar. Ese hombre malo que yace en el suelo, se aferró tanto a su dinero, que me obligó a matarlo. En todo caso, él murió por una serie de decisiones, no por la mía. Yo ni pensé en lo que hacía, cuando reaccioné ya estaba muerto. Siguiendo con las decisiones, yo no decidí ser hombre, tampoco ser pobre, mucho menos decidí tener el aspecto “poco confiable” con el que la gente me califica. No decidí por los que no me contrataron, ni por los que me echaron de la casa ayer. No decidí nacer en la familia que nací, que considera bueno, lo que esta sociedad considera malo. Ni en eso decidí, la sociedad no me preguntó si estaba o no de acuerdo con su leyes. No decidí que este hombre pasara por este sitio forrado de billetes, tampoco que hubiera pocos vigilantes cerca y menos que usted no me viera antes, ni que no corriera más rápido». El segundo se cuestionó al fin, por qué lo detenía: No decidió matar, rompió una ley a la que no dijo que respetaría. No es incumplimiento: «Pero las leyes», se dijo, «garantizan el bienestar de la población, y promueven la justica. ¡Eureka! Justicia era la palabra que buscaba. Ahora, dijo en voz alta: Te detengo para que la Justicia se cumpla». El segundo sonrió al fin y el primero no comprendió por qué sonreía y cuestionó: «¿La Justicia de quién? ¿Del fiambre? El ya no puede hablar, no podemos determinar qué le parecía justo. ¿De la sociedad? ¿Qué mal le hice a ella? ¿De la familia del aludido? ¿Qué de lo que me hagan puede hacer que se borre el mal causado? Y el mal no lo hice yo, yo sólo hice la acción, el mal fue el resultado, porque yo no sé cómo crearlo. Si supiera que lo que me hagan resarcirá el daño que cometí sin desearlo, me entregaría sin cuestionar».

El segundo bajó la cabeza sin comprender por qué hacía lo que hacía: «Porque es mi trabajo», sentenció. «Llevarás a un hombre a la horca segura para cobrar a un muerto. Tu trabajo es una trivialidad que ni tú mismo comprendes»;  «Una muerte por una muerte, ¿suena justo, no?», dijo el segundo. «¿Así que la aritmética es la respuesta para un dilema moral? De cualquier modo, es un alma muerta y cobrarán con un alma viva. Las cuentas no’más no dan. Dos signos negativos no dan un signo positivo en el mundo real; es decir, dos muertes no dan una vida». El segundo se cuestionó cómo proceder: No podía dejarlo ir, cometió un delito; pero tampoco sabía cuál sería el castigo digno. La venganza no es la respuesta y menos una venganza ajena.

            «Está bien. Es tu trabajo y lo comprendo.», el primero se dio la vuelta para que lo maniatara, «Tengo otra pregunta: ¿Qué le pasará a quien ejecute mi muerte?»; «Nada. El verdugo tiene el permiso del Estado, para llevarlo a cabo. Estará haciendo “Justicia”. Aunque eso ya no tenga sentido para mí».

            Las conclusiones del primero, no convencieron al Jurado, aunque dejó a mucho con cara de confusión, pero las leyes son las leyes y en su mayoría funcionan como “si esto, entonces esto”. No hubo nada que hacer. Lo que un enorme libro decía era  «Condena: La horca». El primero no comprendía por qué moriría. La muerte no encajaba en su lógica. No fue criado como los demás y debía pagar por eso. Lloró amargamente la noche anterior a su ejecución y el pueblo completo no pudo dormir. Pero todos observaron el patíbulo al día siguiente.

jueves, 16 de junio de 2011

¿LA INMORALIDAD PERSONAL ES INMORAL?



Inmoral se refiere a hacer el mal, ir en contra de los principios o valores humanos o las buenas costumbres. Cuando estamos solos, sin el prejuicio de los demás, ¿a qué moral o reglas nos apegamos?

A solas únicamente las reglas físicas existen y, por supuesto, nuestra ética. Sin afectar a nadie, mientras buscamos el placer por consenso, no existe la inmoralidad.

La inmoralidad necesariamente es hacer algo malo en función de otro a quien ofendemos con nuestras acciones. Si estamos en función de alguien que quiere que hagamos lo “indebido”. ¿Quién decide si es malo?

La danza íntima escapa a las normas morales. Nadie nos explica cómo comportarnos a solas o en la compañía de alguien, en el caso especial de compartir la intimidad. ¿Alguien conoce los hitos universales de esos actos?

Si la única persona en tu mundo dice que algo está bien, debe ser bueno forzosamente, en el instante mágico en que lo requiere. Nadie busca un manual. Si se siente bien, está bien; es el único criterio válido.

viernes, 10 de junio de 2011

¿QUIÉN LO MATÓ?


               
             Por azares del destino, en la misma ubicación geográfica, como por un capricho Superior, se hallaban: un ladrón que no creía ni en leyes ni en justicia alguna; un policía que dormía con el código penal bajo la almohada y un infeliz sin cualidades dignas de mencionar.

            Resumidamente, el primero “mató” al tercero por resistirse a un asalto, mientras el segundo observó a lo lejos sin poder llegar a tiempo.

            Apuntando con una pistola, el segundo grita al primero: «¡Baje el arma, está detenido!». El primero giró en pos al segundo sin demostrar temor, sonrió y prorrumpió: «Disculpe, amable policía, podría decirme, por favor ¿Cuál es el motivo de mi detención?». El segundo, desconcertado, respondió: «“Todavía lo pregunta. Por matar a ese buen hombre». «¡Buen hombre!», inquirió sardónico, «¿Lo conocía?»; «No», respondió; «Entonces, suponiendo que este sujeto, no era un “buen hombre”, ¿Me dejaría ir?»; «¡Qué cosas dice, por supuesto que no!», dijo el segundo; «Entonces, de nuevo, podría decirme por qué me detiene»; «Por matar, ¿está usted drogado o es imbécil?»; «Ninguna de las dos. Es que, le prometo que no comprendo la causa de mi detención. Yo no maté a este hombre.»; «No juegue más conmigo. Yo lo vi y le repito, suelte el arma». «A ver, aclaremos… Usted observó a una imagen de mí apuñalar a la imagen de otro sujeto. Pero no me vio a mí». El segundo sujeto se rascó la cabeza. «Yo, no soy lo que usted vio. Fue sólo una faceta de mí, también soy padre, hermano y esposo… Usted miró a mi mano apuñalar a un hombre y mi mano no soy yo. Si la cortara, seguiría siendo yo ¿o no? En todo caso, mi mano acercó un cuchillo al sujeto, pero ella no tiene el poder de matar. El cuchillo lo hizo. ¡Llévenselo!». «Es usted un tarado, haga el favor de darse la vuelta para asegurarlo. ¡Cómo si los cuchillos pensaran y tuvieran intenciones»;  «Oh, ahora veo, me arrestas por pensar y tener intenciones. Ni hablar, soy culpable, lléveme. Pero no sabía que fuera un crimen eso»;  «Lo encarcelaré por decidir matar a ese hombre»;  «Y si le dijera que yo no lo decidí… Así como lo oye. Muchas cosas en la vida no pasan por decisión de uno. Yo lo iba a asaltar para llevar comida a mi hogar. Ese hombre malo que yace en el suelo, se aferró tanto a su dinero, que me obligó a matarlo. En todo caso, él murió por una serie de decisiones, no por la mía. Yo ni pensé en lo que hacía, cuando reaccioné ya estaba muerto. Siguiendo con las decisiones, yo no decidí ser hombre, tampoco ser pobre, mucho menos decidí tener el aspecto “poco confiable” con el que la gente me califica. No decidí por los que no me contrataron, ni por los que me echaron de la casa ayer. No decidí nacer en la familia que nací, que considera bueno, lo que esta sociedad considera malo. Ni en eso decidí, la sociedad no me preguntó si estaba o no de acuerdo con su leyes. No decidí que este hombre pasara por este sitio forrado de billetes, tampoco que hubiera pocos vigilantes cerca y menos que usted no me viera antes, ni que no corriera más rápido». El segundo se cuestionó al fin, por qué lo detenía: No decidió matar, rompió una ley a la que no dijo que respetaría. No es incumplimiento: «Pero las leyes», se dijo, «garantizan el bienestar de la población, y promueven la justica. ¡Eureka! Justicia era la palabra que buscaba. Ahora, dijo en voz alta: Te detengo para que la Justicia se cumpla». El segundo sonrió al fin y el primero no comprendió por qué sonreía y cuestionó: «¿La Justicia de quién? ¿Del fiambre? El ya no puede hablar, no podemos determinar qué le parecía justo. ¿De la sociedad? ¿Qué mal le hice a ella? ¿De la familia del aludido? ¿Qué de lo que me hagan puede hacer que se borre el mal causado? Y el mal no lo hice yo, yo sólo hice la acción, el mal fue el resultado, porque yo no sé cómo crearlo. Si supiera que lo que me hagan resarcirá el daño que cometí sin desearlo, me entregaría sin cuestionar».

martes, 7 de junio de 2011

QUÉ ES BESAR

 

Besar es un acto tan complejo, que es imposible describir en una sola palabra. Por definición, es inefable; aunque haré un gran intento para describir la sensación acontecida cuando las almas desean compartir su belleza en todo su esplendor.
Me aventuro al decir esta afirmación y lo hago, porque podríamos tener sexo sin necesidad de besarnos; pero lo hacemos, como si fuese una necesidad demandante.

Por mi experiencia, podría decir que, ese arrebato que se siente en el pecho, no es algo más que el alma queriendo salir para unirse a aquella que le parece tan atractiva. Si no fuese de esa manera, ¿Por qué no experimentamos lo mismo con todas las personas a quienes besamos? Sólo hay un pequeño número de almas a quienes la nuestra podría unirse, pero únicamente es una con la que nos sentimos como el cóncavo perfecto para el convexo ideal.

Besar es uno de los pocos placeres que podemos disfrutar sin sentirnos culpables, si lo hacemos correctamente; pues es tan placentero como el acto carnal, pero con la inocencia de una caricia. Un beso es capaz de quitarte el aliento, mandarte a otro mundo y dejarte extático sin quitar una sola prenda; todo esto, porque nos deleitamos con el alma del amante y no exclusivamente de su cuerpo.

Un beso no es una experiencia simple, en ningún aspecto y puede ser tan valioso como un diamante y tan poco valorado como un simple cristal. Muchas personas dan besos al por mayor y otras cuantas no se percatan de la valía que alguien dedico a aquel ósculo. Dar y recibir un beso es, literalmente, un volado; a efecto de que no siempre se paga con la misma moneda y eso puede frustrar al amante estafado.

Los besos saben y saben muy bien, cuando es con la persona indicada; ya que, también hay besos amargos y llenos de dolor como en una despedida. Besos robados que son electrizantes o detestables. Besos ocasionales sin mayor dejo que de simple ternura. Otros, que no por sucios son desagradables, así como los que se llenan de pasión. Todos ellos parecen hablar solos, tienen mensajes y son difíciles de decir en palabras, pero el cuerpo los entiende y en ese momento nada importa.

lunes, 6 de junio de 2011

CARICIA SIN ROSTRO



Recibí una caricia en la oscuridad,
en la penumbra de una noche sin memoria,
de una persona de quien no conozco su faz ni su nombre,
en la incertidumbre de la vida que nos envuelve a todos.

Una mano que parecía una extensión de la penumbra,
caricia electrizante explorando terreno virgen y desconocido,
que hablaba el lenguaje del silencio;
silencio que retumba en las inmensidades de un recuerdo.

Una danza sensual de sus dedos me erizó los vellos,
una sonrisa cómplice brillaba en la oscuridad,
Me acarició cualquier mano del mundo y ninguna a la vez.
Fui de todos, fui de nadie, fui del viento.

Recibí una caricia en la oscuridad,
¿quién poseerá esta mano y mi cuerpo,
en esta noche de negrura absoluta?
Fealdad, belleza, sinceridad, concupiscencia…
Sólo la luz lo descubrirá.

¿Sabes quién te está tocando?
¿Conoces la verdadera identidad de la mano que te ama
en esta noche oscura llamada vida?


All by Sergio Vergara.


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sábado, 4 de junio de 2011

TU SANGRE ES VIDA







Ha anochecido nuevamente, mi enemigo natural se ha rendido de nuevo ante mi majestuosidad, y como todas las noches buscaré a mi compañera eterna; aquella doncella que me acompañe desde este momento hasta lo que resta de eternidad.

Dama de mis sombras, y mis olvidadas luces, dueña de lo que yo llamo vida, deja de buscar la luz y comienza a buscar en la oscuridad a tu caballero de negro, tu propia versión de un cuento de hadas, cuyo final no existe y la utopía de la felicidad eterna se encuentra al alcance de tus deseos. Pide, yo concedo, los imposibles serán cosa del pasado. Yo tu alimento, yo tu cobijo, yo seré lo que me pidas que sea.

Hoy cumplo doscientos años desde que comencé mi búsqueda. Y cuando sentía desfallecer mi ánimo, apareciste iluminada como aparición divina, de pie en esa esquina, lugar preferido por mis memorias. En la escena perfecta, con tu belleza inigualable, cierto toque de inocencia y una carga de sensualidad. Me acerqué para que te percataras de mi presencia; al mirarme, te perdiste en mi mirada así como yo en la tuya. Y todo parecía inevitable, tanto como impedir que la Tierra gire.

Te tomé por la cintura, acerqué mis labios a los tuyos, que como polos opuestos se fundieron en un beso, para luego alejarnos como si la luz de ese farol nos lastimara. Y después de caminar entre las penumbras nocturnas, te hice mía en un callejón; que luego de doscientos años de celibato, recordé por un momento lo que fue alguna vez estar vivo. En la cúspide del acto, escuché a tu corazón rebosante de sangre que me pedía a gritos la tomara, y tu yugular me atraía a ella, como si la fuerza de gravedad se concentrara ahí. Bebí tu sangre, y sentí en ti éxtasis, como si hubieses encontrado tu razón de ser, luego de eso, rasgué mi muñeca, mi yugular y el pecho a la altura del corazón. Bebiste de mí y nos hicimos uno.

viernes, 3 de junio de 2011

VIVO EN SUEÑOS




Vivo en un sueño,
un sueño del que no quiero despertar jamás,
un sueño perfecto y sublime,
que lo es, por en él te encuentras tú.
Porque eres mi amor imposible
y sólo en sueños te puedo tener.
En ellos los días no existen, las horas no transcurren
y la vida nunca acaba.
El amor es absoluto y el tiempo relativo, tal como debería ser;
las absurdas leyes de la física no nos afectan.
Me dicen loco por “vivir en sueños”,
Pero quienes hablan no saben lo que es no tenerte,
la pesadilla de abrir los ojos y no encontrarte
y el placer de regresar a ese lugar que consideras tu hogar.

Disfruto estar en este mundo mágico,
dónde nunca moriste y donde nunca tendremos que decirnos adiós.
Rezo cada noche por que ésta haya sido la última vez que tuve que abrir los ojos.
Hoy quiero morir, que para mí no exista ese maldito amanecer que me condena a no tenerte.
¡Mamá, papá, doctores, no quiero que me salven!
No me hagan volver a “vivir en sueños”.



All by Sergio Vergara.

Escrito originalmente el 03 de mayo de 2008 en Tehuacán, Puebla, México.


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miércoles, 1 de junio de 2011

LA MUERTE





¿Cómo definimos a la muerte?,
¿Acaso como la manera sutil de la naturaleza para demostrarnos que no somos nada?,
De que nos encontramos a merced de un ser superior, o al capricho de un Dios.
O tal vez un disfemismo de lo que Darwin denominó la “selección natural”.
Mientras lloramos a la gente que se nos va, la Tierra se ríe de nosotros y de nuestra patética existencia; pues para ella somos como el aire que pasa por nuestros pulmones, que así como llega se va y nadie lo extraña.
Entonces mi dilema es: qué es correcto hacer de nuestras vidas, de aquel suspiro que nos tocó representar en esta triste obra. Esta tragicomedia en la cual antes de empezar sabíamos su final.
Será realmente más gratificante tener una vida plena, llena de excesos, pero que al final de tus días pienses: sólo viví una vez, pero ciertamente disfruté. O en está única oportunidad, ser una persona buena y dedicada, estudiosa a quién todos recuerden, que en su paso por la Tierra deje huella para la posteridad.
Se dice, y a ciencia cierta no sé por qué, “los mexicanos no le temen a la muerte”. Pero que levante la mano, quien después de un sueño, se haya despertado eufórico, porque en su sueño fue asesinado.