Ya no quiero una ilusión,
verte y soñarte toda la noche, oírte y temblar por ti, verte
marchar y llorar otra vez.
Ya no quiero una ilusión,
pensar en mundo posibles, engañarme con que piensas en mí y
frenar así mi vida.
Ya no quiero una ilusión,
Jugar a que me quieres, fingir que te creo, danzar entre
mentiras, rogarte por un beso.
Renuncio a la ilusión,
último beso a tu recuerdo, las postreras palabras hacia ti,
el adiós matizado de olvido.
Renuncio a esta ilusión,
a las palabras nunca dichas, a los besos no entregados, a
ti. Bienvenida la cordura.