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lunes, 30 de abril de 2012

EXIGENCIA DE SER UNO MISMO


No soy perfecto y nunca he dicho algo semejante. Si yo veo defectos en mí, para los otros debo ser un síndrome de cosas imperfectas. No tengo obligación de ser normal, ni de hacerte feliz, mucho menos de estar contigo.
Soy lo que soy, hago lo que puedo, en la medida de mis virtudes y defectos. No estoy enfermo. No soy una enfermedad que deba erradicarse. Si modifico algo en mí es porque lo deseo, oculto algo de mí que consideras malo y lo hago porque lo decido.
El problema no es problema en aislado, se  vuelve cuando nos unimos. En la soledad, mi mal humor no afecta, mi risa estridente tampoco, ni siquiera las caras extrañas que hago al pensar, que tanto te molestan.
La felicidad depende de hasta qué punto puedes soportar mi imperfección y normalizar mi anormalidad. No cambiamos, sólo decidimos actuar, pensar y sentir diferente, en función de un bien mayor: estar juntos.
A solas soy perfecto, pero no quiero estar solo. Rechazo mi oportunidad a la perfección. Aun así, y lo digo como exigencia a mi inherente derecho de vivir y existir:

¡No quiero ser curado de ser yo mismo!

domingo, 15 de abril de 2012

LA GUERRA


De esta manera solemos denominar al momento, por cualquiera que sea la causa, se rompa la paz entre personas, naciones y dentro de nosotros mismos, siendo esta última la más interesante. Aunque claro está, la más difícil de definir, además de ser la más diversa.

¿Por qué hacemos la guerra? Tal vez por que necesitamos que nuestras ideas sean las más aceptadas y hacemos que a otras personas les parezcan ciertas, no importando lo que se haya que hacer para conseguir ese objetivo: amenazar, influenciar, atacar, ignorar, callar y todo tipo de punición, inclusive algunos formas de argumentación.

Desde Hitler, para demostrar al mundo la superioridad alemana; Estados Unidos (con sus diferentes representantes) para hacer lo suyo con sus ciudadanos y hasta la pelea con nuestra pareja o amigos, separados obviamente por varios “ceros” en lo exponentes de cada situación y de la consecuencias de cada caso particular. Aunque el principio es el mismo: imponer nuestra realidad sobre las otras realidades.

¿La guerra es necesaria?, desde el punto de vista social, lo es, aunque no necesariamente sangrienta. Desde una perspectiva naturalista es la forma más común de determinar quien domina una zona, quien tiene más hembras. Un gen egoísta diría Dawkins.