Google

miércoles, 28 de noviembre de 2012

MI LUCHA


Lucho por tu amor en una batalla que inició perdida,
vivo atrincherado bajo una gruesa capa de indiferencia,
porque me sé sin armas suficientes para resistir tu embate.
Peleo con mi mente para poder conseguir  tu olvido,
combato contra ti pero con ironía amo esta enemistad,
mientras riño con este amor, hiriéndome en cada ataque.
Contiendo cuando quiero amar y ataco a mis adentros.
Todo mi cuerpo hace lo que sea para intentar negar lo innegable.
Arden mis brazos queriendo ser alas para viajar hasta ti
y mi piel deseando ser tu ropa para recibir por ti los embates,
porque con la mano en el fuego te negaría, pero secretamente
recibiría mil balas por ti y afrontaría tus batallas con sólo pedirlo.
Adolece mi cuerpo cuando ansia ser información en tu mente,
me lastima no ser un bello recuerdo, ni un reanimante deseo,
o esas palabra de buenos días, esa caricia matutina, ese ser que…
Esta guerra duele más porque no hay en el mundo mayor dolor
que el que se siente cuando no se puede ser lo se quiere.
Cada que te observo llegar, grito con recelo: "¡Alto, identifícate!"
E inquiero: “¿Fuerza amiga o enemiga?” ¿Debo confiar en ti?
Después me río de mí mismo con estúpida  amargura y me digo:
“Como si los enemigos declararan abiertamente sus intenciones”.
"Si me dijeras hola, podrías acribillar mi corazón sin resistencia alguna.
Mejor que nunca lo sepas, que ni sospeches que tienes el poder
de terminar mi guerra interna con  una simple sonrisa.
Y que la huida es la única alternativa para protegerme de lo que realmente deseo.


All by Sergio Vergara.



SÍGUEME EN:

sábado, 24 de noviembre de 2012

CARTA DE UN HIJO A SU PADRE



Hola padre, soy tu hijo y sé que con frecuencia puedo parecerte incomprensible, cambiante, extraño, ruidoso y a veces callado en extremo. Pero éste soy yo. Tu hijo, con tantas imperfecciones como lunares en el cuerpo. Tu hijo, que aunque queriendo ser bueno a tus ojos, sólo soy tan bueno como puedo, como mi cuerpo me lo permite. Hoy quiero decirte algo: si parezco distraído y que no te escucho no es porque te ignore o no quiera escucharte, sino que hay tanto en mi cabeza, que apenas presto atención para evitar que me atropellen. Me preocupa mi aspecto, mi voz, quien me gusta, a quien no agrado, a quien busco agradar, la ropa que traigo, mis calificaciones y que pienses cosas buenas de mí. En ser lo suficientemente bueno en todo. Tengo tantas dudas como tú ocupaciones y preocupaciones que me gustaría que un día pararas un momento, me miraras y me preguntaras ¿Cómo estás?, ¿Por qué pareces tan molesto?, ¿En qué o cómo puedo ayudarte? No es que quiera que resuelvas mi vida, pero es grato que alguien se preocupe. A veces creo que sufres de la memoria, no te ofendas, pero creo que olvidas que fuiste como yo un día, que pareciste rebelde a tus padres, que creías que no te comprendían, que querías amor y buscabas la aceptación del mundo. Mírame. Soy tan como tú, eres tan como yo que no olvides que fuimos una misma persona. Provengo de ti. Y si un buen día te doy una nieta, un nieto o adopto, quiero que les des la mejor madre o padre que yo pueda ser, educándome con amor. Y si decido que no sea así, respétame y entonces seremos tú y yo, como ese ser que se separó un día y que ahora se mira a los ojos, buscando identificarse en el otro.

By Sergio Vergara

Lea también "CARTA DE PADRE A SU HIJO".

SÍGUEME EN:

CARTA DE UN PADRE A SU HIJO


Hola hijo, soy tu padre, ese ser que a veces parece que fue enviado a la tierra para molestarte, prohibirte, regañarte, marcar tus errores y notar tus defectos, impulsarte a que seas mejor, aunque no siempre lo haga de la mejor manera. Soy tu padre, nadie me educó para serlo. Un buen día te cargaba en mis brazos y me dije que llegarías mucho más alto que yo, no importando lo que tuviera que hacer. En ocasiones me descubro cuestionándome en las noches mientras te observo dormir sobre si estoy haciendo bien mi trabajo, si te hubiera dado ese permiso, si te habré escuchado lo suficiente, si en mi intento por darte todo te estoy haciendo infeliz. El amor consiste en la preocupación activa por la otra persona y eso define lo que siento por ti. Te amo, aunque no siempre lo diga. Te amo aunque a veces parezca lo opuesto. Te amo y eso es todo lo que sé. Puede parecer una que otra vez que quiero y busco tu infelicidad, la verdad es que lo que ves es mi miedo a que te lastimes o alguien más lo haga. Quisiera saberlo todo para ahorrarte ese pesar, quitar cada piedra en tu camino y aplastar aquellas que te puedan herir. Pero ese es trabajo tuyo. Yo soy una especie de guía que va en un camino diferente, de donde te veré y me desviaré un momento del mío para que tú sigas con seguridad el tuyo. Te amo, mi compañía de andares.


All by Sergio Vergara

Lea también "CARTA DE UN HIJO A SU PADRE".

SÍGUEME EN: