¿Cómo saber si te poseo o me posees?
Hacerte o que me hagas el amor es
una ocasión en que se da y se quita, algo se transforma, algo se trasfiere y,
de alguna manera, ya no eres ni soy la misma persona. Pero no sé si me entrego
o si dejo de ser de mi propiedad, en el momento en que te permito tocarme en
esa forma especial en que lo hacen los amantes. ¿Es el acto un evento que me
confiere derechos sobre tu cuerpo o tu persona, mientras transfiero los derechos
de propiedad sobre mí a ti?
Porque me siento tuyo y te siento
de mí. Porque cuando te beso mi vida se detiene y se convierte en tiempo de ti.
Porque tanto aclamaba mi libertad y ahora tiemblo si no te siento cerca
exigiendo mi cuerpo y mis espacios. Porque mi vida ya no es representada por mi
solo nombre, sino que requiere el tuyo para tener algún sentido.
Ahora soy un ser incompleto, que
perdió parte de sí el día que se distrajo mirándote. Robaste mi alma sin
siquiera quererlo, sin tener conocimiento de eso. No sabía que los ladrones
pudieran ser bandidos contra su voluntad. Tampoco que el ultrajo sería
extrañamente placentero. Pero ocurrió, me robaste y ahora temo ser libre de
nuevo, sin ti.
¿Cómo saber quién posee a quién? ¿O
qué pertenece a quién? Si entre el calor de los cuerpos y el fuego de nuestra
pasión se funde todo. Si en el acto todo nos exigimos y todo nos quitamos, sin convertirnos
en ladrones o víctimas. Si en el mar de cuerpos reclamando y besando todo se
confunde, como vórtice de miembros sin dueño aparente. Si con cada movimiento,
cada vuelta, cada abrazo y cada caricia ya no se sabe qué es tuyo y qué es mío,
dónde empiezo yo y terminas tú, porque todo es nosotros. Porque ahí nada tiene
sentido, ni necesidad hay que lo tenga y la única verdad flotando, entre el
efluvio de pasión que nos envuelve, es que somos dueños y esclavos de este
amor.
Exelentemente hermoso me encantan tus poemas Sergio
ResponderEliminarbn chido te felicito
ResponderEliminarme gustó, muy bien
ResponderEliminar