Google

sábado, 31 de marzo de 2012

MAÑANA


Mañana caminaré atado a tu mano,
mañana miraré tus ojos muy de cerca,
mañana escribiré tu nombre y lo mostraré al mundo,
mañana y sólo mañana estaremos juntos.

Mañana despertarás con mi nombre en tus labios,
mañana mi imagen te asaltará sin quererlo,
mañana romperás en llanto en mi despedida,
mañana secaré las lágrimas caídas por culpa mía.

miércoles, 28 de marzo de 2012

RÓBAME UN BESO

Róbame un beso que me quite el sueño;
róbame el sueño que alimenta mi vida;
róbame el alma que te ama a ti;
pero no te vayas tú, porque no podré vivir.

Róbame el espacio, la respiración,
la vida entera y todo mi ser.
Pero si me robas un beso,
recuerda: habrás robado más que eso.


domingo, 25 de marzo de 2012

HOLA...



Hola. No, no es el viento el que te habla. Soy yo, el ser invisible que cuida tus pasos, un algo etéreo que llora si tú lo haces y es inmensamente feliz cuando sonríes, aunque nunca lo hagas por causa suya. Soy aquel que a diario se arma de valor para presentarse, para que sepas quién es. Soy ese murmullo de buenos días, un humano y no el aire susurrante. 

Soy yo, tu admirador secreto, tu amante de fantasía, tu defensor incógnito. Soy quien todas las noches te dedica una oración; soy esto que siente como un golpe al pecho cada segundo de indiferencia; soy aquello que desea tu amor y que se sabe incompetente de su merecimiento. 

Soy esto que ves, es lo único que hay. Soy quien dice que es, a falta de una mejor palabra, para poder decirte, que sinceramente sin ti yo no soy

miércoles, 21 de marzo de 2012

SOY UNA EXPLOSIÓN



¿Qué siento por ti?, preguntas.
Si pudieras ver dentro de mí,
te sorprendería ver lo que provocas:
mis piernas se quiebran como glaciares en verano;
mi cadera se siente como un volcán activo;
mis manos como aves que emigran a dónde encuentran calor;
mis brazos, la luna que eclipsará tu cuerpo de ahora en adelante;
mi corazón, bombea ríos que apaciguan el resto de mi cuerpo,
que parece como planeta al borde del colapso;
mi cabeza es una explosión de galaxias,
una sorprendente fusión de planetas:
se incendia, congela, destruye y restablece a la vez.
Soy una explosión, que te necesita para crecer y avivarse.
Deduce lo que siento por ti.


All by Sergio Vergara


SÍGUEME EN:

sábado, 17 de marzo de 2012

NACÍ


Por primera vez emerjo de las profundidades de lo que hoy sé, es mi ser. Surjo como un monstruo que sale de las tinieblas para cumplir con una misión que hasta el momento desconozco. Tomo el control de mi cuerpo. No sé si desperté de un largo sueño o fui concebido en este preciso momento.

Lo único de lo que poseo conocimiento, es de aquella persona que me despertó o me dio la vida. Hoy entiendo que es un ser mortal quien facilitó este milagro; pero la primera imagen que recuerdo es la de un ángel con un hábito peculiar. Sentí tristeza al descubrir que había perdido las alas, eso pensé por que lloraba, quería y necesitaba proporcionarle consuelo; cuando quise hacerlo, tomé conciencia de que existían más ángeles, que vestían de igual forma y que tampoco tenían alas.


¿En qué infierno me encontraba? ¿Qué clase de terrible exilio habían sufrido estas almas? Aunque… quizá era el cielo, por eso no eran menesteres las alas y, sin duda, aquella figura femenina era Dios; sólo tan magnífica perfección podía ser atribuida a la veracidad de este hecho.

martes, 13 de marzo de 2012

LÓGICA DEL AMANTE MASOQUISTA



Entre “vivir sin ti” y “morir por ti”, prefiero la segunda opción; pues la primera es muerte de por sí y la segunda requiere de un proceso.

Si prácticamente he nacido sin vida o al menos con condena a muerte, que bajo tu yugo claudique mi alma.

Si algo he de elegir alguna vez, que sea mi guisa de morir, que indirectamente determina mi forma de vivir: así que hazme sufrir, si es lo que debo pagar para estar contigo.

¡Que duela!, significa que sigo con vida. El dolor es la diferencia entre la vida y la muerte y tú me haces sentir consciente de mi vida.

Si he de morir, si resulta inevitable, que sean tus amorosas manos quienes me den paz.

Si la vida sólo se distingue de la muerte por la presencia del dolor y tus manos y tus tratos me lo facilitan, me hacen vivir emociones casi extracorporales; que manera tan sutil de dar vida tienes, amor mío.

Si la muerte alivia el dolor, que caracteriza a la vida; que tu cuerpo y tus labios desgarren mi cuerpo y mi alma, dándome la paz soñada.

sábado, 10 de marzo de 2012

UNA CARTA


Hola, “A”:

Hoy he llegado de la iglesia tan pronto como he podido. Sentí que tenía que apuntar el sentimiento lo más rápido posible, creo que debo comunicarte esto lo más fielmente que mi mundana memoria me lo permita. Tú, como la especie de deidad que eres, no podrías comprender estas limitaciones.
Debo convencerme de que no es un sueño, pues si mañana despertara y ni tú, ni siquiera este papel existiera, no lograría volver a la cordura. Requiero evidencia. Saber que un ser como tú está aquí, que esos ojos son de un ángel que vive en la Tierra. Lo son, lo sé.
Eres tan joven y con una belleza tan inaudita, más inaudita que el hecho de que te fijaras en mí. Un viejo extraño, casi sin vida; quien me viera pensaría que mi único futuro próximo sería la tumba, y tú te has interpuesto.
¿Tienes una idea de lo que eso significa para alguien como yo? Sin un amor, más que Dios, en toda su monótona vida; una persona ciega, más que por la edad, por la regularidad de una existencia con muchas aparentes certezas, pocas preguntas, invisibles metas y nulas pasiones. Soy el habitante de un llano, que aceptó que sólo ese lugar era seguro, que no exploró más allá de él, ni aunque muriera de hambre y el horizonte prometiera abundancias. “El horizonte es malo”, me dije, “si quiero garantizarme la vida eterna en el Cielo, debo permanecer en este llano con pocos frutos, con disminuidos placeres, que encona menesteres. Nací para sufrir.”, me resigné, “El sufrimiento es la cuota del Paraíso. Quinientos mil azotes de pesares y dos millones trece mil sesenta y nueve de celibato… Mmhmm… Le corresponde una buena suite con vista a la mollera del niño Dios”.
El habitante del llano había oído hablar de depresiones y grandes montañas, lugares donde a Dios se le dificultaba mirar; sitios vedados por una voz que alguien dijo que oyó.
¿Quién diría que la Tierra se mueve de tal manera que una majestuosa montaña se posó ante mí ayer, al casi entrar la noche?
Sentado en el confesionario como si, por una broma cruel, el mundo se hubiese detenido sin siquiera darme aviso. Los últimos rayos de sol dibujaron la silueta más perfecta del mundo, aproximándote como si flotaras a causa de que el suelo era indigno de tu planta, tal como un accesorio lujoso en un mendigo.
Aun cerca no pude reconocerte, pero tu olor me hechizó, sentí que te conocía de toda la vida. Fue tan lógico, debía pasar. Tu presencia sobrehumana me intimidó en un principio, pero tu belleza me anestesió, no pude sentir nada más que admiración y deseos de escuchar tu voz. Me sentí flotar, la atención en tus ojos y tus labios era la prioridad de mi cerebro, se agolparon mis estructuras, no pudiendo realizar más funciones. No tuve tiempo de dudar, mi juicio se nubló y no surgieron como antes todos los códigos morales, los mandamientos, pasajes bíblicos conductores, nada. Ojos hermosos y labios deseables, sólo eso. Nada más.
Imagina mi estupor al escuchar tu voz. Que inaudito placer. El llanero que sólo estaba separado de las maravillas de la grandiosa montaña por una persiana. Una perfecta analogía de mi vida, que da cuenta del absurdo de soportar los vientos huracanados del deseo un cuerpo tan endeble, por tantos y tanto años.
De pronto pensé en Dios, un dedo ígneo señalando mi ignominioso cuerpo; pero un ser tan maravilloso no puede ser producto sino de Dios mismo. Entonces recordé, como un barullo proveniente de la calle, los rumores sobre alguien que arribó a la comunidad recientemente. Las personas de pueblos, tan poco modernos, suelen ser escandalosos con los advenedizos, para ellos todos son enviados del demonio, que siempre tiene oscuras empresas y párvulas víctimas. De hecho esto me anunciaron en la mañana. Me advirtieron que la bruja del pueblo, ¡hazme el favor!, anunció la llegada del Diablo, que traería desgracia y que necesitaba lo santo, buscaba paz causando guerra. Dios sabrá qué significa eso.
Tus ojos son en lo único que puedo pensar, qué te puedo decir. Las cosas buenas vienen a mí con tan poca frecuencia que deseo permanecer en un sueño que volver a una horrible realidad en que no existes. Si fueras el Diablo, que cruel Dios por no intervenir; si eres producto de él, que inteligente estratagema utilizó conmigo. Por otro lado, una vida miserable con un final tan espectacular hablaría de justicia universal.
A todo esto, sólo puedo decir algo. Te lo digo a ti amor mío y todo Aquello que tenga acceso al conocimiento de mis deseos y mis propósitos (llámese Dios, Lucifer o Universo):