Qué petición tan desafortunada has realizado.
Sólo quiero que pienses en todo lo que debo hacer. No será fácil:
olvidar ese momento en que nos entregamos en cuerpo y alma,
o el rastro ardiente de tu boca recorriendo cada centímetro
de mi piel;
y a esos ojos que leían con sórdida maestría mis más oscuros
deseos.
Olvidar también tu risa, tu olor, tu espalda, tus labios, tu
cabello, tu cuello…
Cada parte de ti contiene una porción importante de mi memoria,
a cada una dedique horas, noches, días, suspiros y
accidentes.
¡Arrancarme el cerebro sería más fácil! Y aún así dudo que
salgas de mí.
¿Olvidarte?
Si interrumpes mi caminar cuando transito, apareciendo de
pronto.
Entonces, camino hacia a ti y te esfumas cual fantasma que exige le
recuerden;
luego de eso, dices mi nombre y desapareces riendo. Te busco y te
escondes
y a veces te encuentro, cuando te extravías de tus sueños y
visitas los míos;
Muchas veces te grito que te largues, pero el recuerdo es reacio y se
invoca solo.
¿Olvidarte?
¿Te das cuenta del dislate que pides?
Compadécete de mí.
Tratar de olvidar te recuerda lo que no quieres remembrar,
tal como las cicatrices que siempre recuerdan la guerra que
acabó.
By Sergio Vergara.
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Precioso y autentico es tu decir, tus letras expresan lo que tu alma transmite, bellisimo Sergio!!!
ResponderEliminarExcelente, sugestivo y bello, un deleite leerte mi querido poeta!
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